La bancarrota de General Motors

Una de cieguitos

Marcelo Cantelmi
Diario clarín, Argentina, 6 de marzo 2009

El pecado de la General Motors, compartido con sus colegas Chrysler y Ford, fue suponerle una condición de eternidad a la ola de expansión de los 90 y 2000. Así se entiende que hayan fabricado en el norte mundial vehículos enormes y gastadores cuya viabilidad solo podría ser cuestionada por una improbable crisis mundial. La ceguera ha sido una característica reiterada en esta etapa precaria del capitalismo y un dato constante en el despiste neoliberal. GM tenía ya problemas cuando el petróleo cotizaba por las nubes y la inflación carcomía la billetera de sus clientes. Y todo mientras su competencia japonesa y europea se desvivía para inventarse vehículos más baratos y menos agresivos al medio ambiente, bah! menos gastadores. Ahora el mundo se apresta a los funerales de esta empresa. Su muerte, si sucede, tendrá tanto valor simbólico como enorme fue la irresponsabilidad de quienes la condujeron a la decadencia. Cómo paso con los bancos, si, si, si, así es. Y con el negocio inmobiliario. Y si...