sábado, 21 de febrero de 2009

Se desplomó el Citibank y arrastró a una nueva baja a Wall Street

LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL

Se desplomó el Citibank y arrastró a una nueva baja a Wall Street

Por: NUEVA YORK. BLOOMBERG, EFE, AP

Una masiva venta de acciones de grandes bancos estadounidenses volvió a voltear ayer al principal índice de la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones, que cerró una semana a pura pérdida. Al final de la rueda algunos bancos repuntaron, pero igual quedó un saldo netamente negativo en un nuevo capítulo de la crisis económica global, que continuó también en Asia, Europa y el resto del mundo.

En la víspera un detonante de la fuga de inversores de la banca fue, aparentemente, un comentario del titular del comité financiero del Senado, Cristopher Dodd, quien en declaraciones a la televisión Bloomberg dijo que algunos bancos de EE.UU. podrían ser "nacionalizados al menos por un corto plazo" para que puedan atender sus compromisos, y mencionó a instituciones tales como el Citigroup (dueño de Citibank) y Bank of America.

Los papeles de estas dos casas, más otras como Wells Fargo, se derrumbaron y arrastraron al Dow que cerró con 1,3% de pérdidas, en su nivel de hace más de seis años. En su peor momento de ayer había llegado a 7.249 puntos, un nivel que no se veía desde la crisis de octubre de 1997.

En toda la semana acumuló pérdidas como no lo había hecho en los últimos tres meses para un período semanal. Ayer quedó en 7365 puntos, 16% menos que hace un año.

Citigroup y Bank of America, que ya recibieron US$ 90 mil millones del gobierno en los cuatro últimos meses, llegaron a caer ayer hasta 36% de su valor.

El banco con sede en Nueva York cerró al cabo 22% abajo con un valor por acción inferior a los 2 dólares y el Bank of America de Charlotte (Carolina del Norte) se recuperó más y quedó con una pérdida diaria de 2,8%.

Otro papel muy castigado nuevamente en la víspera fue el de la automotriz General Motors.

En el resto del sector financiero, Wells Fargo llegó a perder 18% y J.P.Morgan Chase más de 6%, pero al final recortaron sus caídas.

"Los problemas que enfrenta el mercado no son inéditos: el miedo y la falta de confianza en el futuro de Estados Unidos", afirmó Al Goldman, del broker estadounidense Wachovia Securities.

La ola de temor entre inversores recorrió Asia (la bolsa de Tokio retrocedió 1,9% y la de Shanghai, 1,5%) y Europa (ver Pág. 37), afectó al petróleo y a otros commodities agropecuarios y metalíferos y sólo se movieron en alza algunos bonos públicos y el oro. Las plazas latinoamericanas también cerraron en baja.

La bolsa de San Pablo, la mayor de la región perdió 2,6%; la de Buenos Aires, 1,6%, y la de Santiago de Chile, 1,4%.

Los rumores de nacionalización bancaria en los Estados Unidos son parte de esta crisis. El gobierno anterior de George Bush ya debió intervenir parcialmente a varias entidades o ayudar con miles de millones de dólares a otros.

Ayer desde el Senado, Dodd dijo que la administración de Obama (el senador es demócrata, oficialista) no está de acuerdo con las nacionalizaciones pero que sería algo transitorio. "Me temo que tendremos que terminar haciéndolo", dijo.

El gobierno de Obama se resiste a tomar estas medidas, dijo por su parte el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, para calmar al mercado, "prefiere un sistema liderado por banca privada y ese es el camino correcto. Eso es lo que creemos y continuamos haciéndolo", expresó.

Desde el Bank of America, su jefe ejecutivo Kenneth Lewis dijo en una crítica declaración que "las especulaciones sobre nacionalización se basan en la falta de entendimiento de la posición financiera de nuestro banco así como una falta de apreciación sobre las adversas ramificaciones para nuestros clientes y la economía".

Agregó que su banco (que se quedó nada menos que con Merrill Lynch en esta crisis) "no necesita más asistencia del gobierno ni creo que la necesitará en el futuro".

Por su parte, Edwin Walczak, jefe de inversiones en los Estasdos Unidos del fondo Vontobel Holding de Suiza, aseguró: "Hay tanta incertidumbre y una no despreciable posibilidad de que venga lo peor, la nacionalización, que juntan mucha especulación y afecta al Citi y al Bank of America".

Aunque el salvataje estatal podría ser una protección efectiva para para clientes, los inversores y operadores del mercado prefieren que éste se autoregule sin intervención estatal (salvo para asumir pérdidas), aun cuando la debacle general parece no tener fondo y se extiende.

jueves, 12 de febrero de 2009

Se acentúa en el mundo el impacto en la economía real

Se acentúa en el mundo el impacto en la economía real
Las exportaciones chinas sufrieron su peor caída en 10 años; sigue la ola de despidos.


Jueves 12 de febrero de 2009

LONDRES.- En una jornada que dejó en evidencia nuevamente los devastadores alcances de la crisis financiera global en la economía real, China informó que sus exportaciones sufrieron su peor caída en una década, la cantidad de desempleados en Gran Bretaña llegó a su máximo en 11 años y varias empresas de distintos países anunciaron la eliminación de miles de puestos de trabajo para reducir sus costos.
En medio de las crecientes presiones al gobierno para impulsar el desacelerado crecimiento económico, las exportaciones chinas cayeron un 17,5% en enero respecto del mismo mes de 2008, la tercera baja mensual consecutiva, según datos difundidos por la Administración General de Aduanas. JP Morgan señaló que fue la mayor declinación mensual de ese índice desde octubre de 1998.
Las ventas de productos chinos a Europa bajaron en enero 18,7%; a Estados Unidos, 15,2%, y a Japón, tercer socio comercial de Pekín, 28%.
Además, las importaciones de la tercera economía mundial se hundieron un 43% el mes pasado, lo que refleja una caída en la demanda de componentes extranjeros usados por industrias exportadoras chinas y una fuerte baja del consumo interno. De todas formas, analistas dijeron que la caída de estos indicadores no fue tan severa debido al feriado del Año Nuevo Lunar, en el que muchas empresas cierran durante una semana.
"En los próximos trimestres los vientos en contra derivados de la débil demanda externa serán extremadamente fuertes, y por eso prevemos que el crecimiento económico empeorará", dijo Qing Wang, economista de Morgan Stanley en Hong Kong.
En Gran Bretaña, en tanto, se desataron ayer nuevas protestas contra la contratación de trabajadores extranjeros, que coincidieron con el anuncio del gobierno de que el desempleo alcanzó en el último trimestre del año pasado su máximo desde 1998.
Entre octubre y diciembre últimos, 146.000 habitantes se sumaron al índice de desocupación, que llegó así a 1,97 millones de personas (6,3%), según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Las sombrías cifras del desempleo fueron reveladas al tiempo que el Banco de Inglaterra anticipó que la economía británica se contraerá un 4% interanual este año y enfrentará una "profunda recesión", antes de empezar a crecer de nuevo en 2010.
A la luz de esos datos, los expertos reafirmaron sus previsiones de que el número de desempleados puede llegar a tres millones a fin de año.
Ayer, cientos de obreros de la construcción de la planta energética de Staythorpe, en Lincolnshire, dejaron de trabajar para expresar su oposición a la contratación de extranjeros. Las protestas se produjeron luego de un paro de más de una semana en una refinería en Lindsey por el mismo motivo. Ola de despidos
En otro reflejo del impacto en la economía real, la ola de despidos continuó ayer en varias empresas del mundo. Tras informar pérdidas por más de 5000 millones de dólares en el último trimestre del año pasado, el banco holandés ING anunció que eliminará 2700 puestos de trabajo.
Por su parte, la segunda mayor compañía automotriz de Europa, Peugeot Citroën, informó que recortará hasta 12.000 empleos y reducirá en una quinta parte su producción, después de dar a conocer pérdidas por 444 millones de dólares en 2008.
Pese a las acusaciones de proteccionismo, el gobierno francés reiteró ayer su voluntad de mantener su plan de apoyo a la industria automotriz, de 7700 millones de dólares.
Además, Nokia, el mayor fabricante de celulares del mundo, anunció el despido de 410 empleados y la suspensión temporal de otros 2500.
Agencias AP, AFP, Reuters y EFE

viernes, 6 de febrero de 2009

La crisis en China



Pega desempleo fuerte a China...
05 Febrero 2009




AP

Beijing— Una multitud de buscadores de trabajo se amontonan durante una feria del empleo en Beijing, China celebrada ayer .

El país, que se había convertido en uno de los prinicipales exportadores, está sufriendo por la baja demanda de productos alrededor del mundo, lo que hace innecesarias cientos de fábricas que daban miles de trabajos.

lunes, 2 de febrero de 2009

Crisis económica y lucha de clases en Europa


Domingo 1 de febrero de 2009

La crisis financiera global / Por la recesión y el desempleo crecientes

Temen un estallido social en Europa

La economía de la eurozona caerá un 1,9% y el 9,3% de su población no tendrá trabajo; crece la agitación y se debilitan los gobiernos



Luisa Corradini
Corresponsal en Francia

PARIS.- El fantasma de una explosión social, capaz de extenderse como un reguero de pólvora de Escandinavia hasta el Mediterráneo, se cierne sobre la mayoría de los países europeos, azotados por la recesión, el desempleo y el creciente endeudamiento de los Estados.

De Islandia a Francia, pasando por Grecia, España, Gran Bretaña o Bulgaria, la crisis económica que se abate sobre el Viejo Continente alimenta una ola de cólera popular y empieza a fragilizar a los gobiernos.

"Si bien la crisis comenzó en Estados Unidos, Europa está pagando el precio más alto", afirma el economista francés Nicolas Baverez.

En el continente, la eurozona es la más afectada: -1,9% de crecimiento en 2009; 9,3% de desempleo para este año y 10,5% en 2010; déficit públicos que superan el 4% del Producto Bruto Interno (PBI) y una deuda que representará el 76% del PBI en 2010.

En esas condiciones, es legítimo imaginar lo peor.

El derrumbe de la coalición gubernamental islandesa el lunes pasado fue una advertencia de lo que podría suceder en el resto del continente. Después de tres meses de crisis, una brusca explosión de violencia en el centro de Reykjavik alcanzó para que el primer ministro Geir Haarde -desestabilizado por los furiosos cacerolazos de la multitud- anunciara su retiro de la vida pública, prometiera elecciones anticipadas y aceptara la renuncia de su ministro de Comercio.

Si el gobierno islandés es el primero que cae en Europa empujado por la presión de la calle, no se debe al azar. Es probable que en ningún otro país del Viejo Continente la frivolidad de la clase política y las autoridades monetarias haya conducido a semejante desastre: quiebra del sistema bancario, derrumbe de la moneda, aumento vertiginoso de las tasas de interés y parálisis casi total de la economía. Este año, Islandia perderá 10% de su riqueza nacional.

Pero el deterioro del clima económico también atiza la cólera en otros países. En todos los casos, las protestas tienen un marcado contenido antiglobalización, anticapitalismo y antirreformas. El 13 de enero pasado estallaron disturbios en Letonia en protesta por un duro plan de austeridad exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y provocaron 40 heridos y 106 detenidos.

Al día siguiente, la capital de Bulgaria, Sofía, también fue estremecida por violentos incidentes: los manifestantes protestaban contra la corrupción de sus dirigentes.

Dos días después, miles de lituanos enfurecidos por el plan de austeridad anunciado por el gobierno cercaron la sede del Parlamento en Vilna.

Las erupciones de la ira social también comenzaron a llegar a orillas del Mediterráneo: decenas de miles de españoles desfilaron la semana pasada en Zaragoza para exigir al gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero medidas urgentes contra el imparable aumento del desempleo. "Si no hay solución: ¡huelga, huelga, huelga!", coreaban los manifestantes.

En el país con mayor desocupación de Europa, el empleo ha superado al terrorismo como principal inquietud del electorado. Según previsiones oficiales, el desempleo en España podría llegar este año al 16%, cifra que representará un ejército de 4 millones de desocupados.

Desde septiembre de 2008, en Europa hubo cerca de 200.000 empleos destruidos.

Después de los disturbios estudiantiles de diciembre en Grecia, el gobierno conservador de Costas Karamanlis tiene que enfrentar ahora la ira de miles de campesinos que protestan contra la caída de los precios agrícolas. A eso se sumaron huelgas en el transporte público y en los aeropuertos.

Hasta esta semana, las economías más sólidas del continente -Francia, Gran Bretaña y Alemania- parecían estar a salvo de la agitación. En cuanto comenzó la crisis, los tres gobiernos adoptaron rápidamente importantes medidas de estímulo con objeto de proteger el empleo y el sistema bancario.

Sin embargo, en la situación actual de recesión, tanto en Francia como en Alemania será cada vez más difícil para los gobiernos aplicar las reformas anunciadas.

Los 2,5 millones de manifestantes que invadieron las calles de Francia el jueves para protestar contra la política anticrisis del presidente Nicolas Sarkozy fueron la mejor prueba.

"Lo que más inquieta es que la crisis económica derive en una crisis social. Y, teniendo en cuenta el autismo del gobierno, provoque rápidamente una crisis política", advirtió Benoît Hamon, vocero del Partido Socialista francés (PS).

Brotes xenófobos

En ese contexto de miedo al desempleo, comienzan a surgir brotes proteccionistas y xenófobos. En España, los emigrantes árabes y latinoamericanos fueron las primeras víctimas de la desocupación. En Gran Bretaña, centenares de obreros de refinerías se declararon en huelga esta semana para protestar contra la contratación de trabajadores extranjeros.

Para agravar esas lúgubres perspectivas, un nuevo fantasma ha comenzado a planear sobre la región en las últimas semanas: el riesgo creciente de que, empujados por una insostenible situación financiera, alguno de los 16 países de la eurozona tenga que abandonar la divisa europea.

Desde que entró en circulación, hace 10 años, la moneda única europea permitió reducir la distancia entre naciones ricas y pobres del continente. Pero esa bonanza de los buenos tiempos impidió que países como España, Grecia o Portugal hicieran las necesarias correcciones estructurales que ahora, ante la crisis, saltan a la vista.

En plena tormenta, la multiplicación de Estados superendeudados, poco competitivos y con ejércitos de desocupados, puede provocar el "estallido del euro" y abrir un inesperado foco de tensión, capaz de desembocar en un verdadero crac.