LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL
Se desplomó el Citibank y arrastró a una nueva baja a Wall Street
Una masiva venta de acciones de grandes bancos estadounidenses volvió a voltear ayer al principal índice de la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones, que cerró una semana a pura pérdida. Al final de la rueda algunos bancos repuntaron, pero igual quedó un saldo netamente negativo en un nuevo capítulo de la crisis económica global, que continuó también en Asia, Europa y el resto del mundo.
En la víspera un detonante de la fuga de inversores de la banca fue, aparentemente, un comentario del titular del comité financiero del Senado, Cristopher Dodd, quien en declaraciones a la televisión Bloomberg dijo que algunos bancos de EE.UU. podrían ser "nacionalizados al menos por un corto plazo" para que puedan atender sus compromisos, y mencionó a instituciones tales como el Citigroup (dueño de Citibank) y Bank of America.
Los papeles de estas dos casas, más otras como Wells Fargo, se derrumbaron y arrastraron al Dow que cerró con 1,3% de pérdidas, en su nivel de hace más de seis años. En su peor momento de ayer había llegado a 7.249 puntos, un nivel que no se veía desde la crisis de octubre de 1997.
En toda la semana acumuló pérdidas como no lo había hecho en los últimos tres meses para un período semanal. Ayer quedó en 7365 puntos, 16% menos que hace un año.
Citigroup y Bank of America, que ya recibieron US$ 90 mil millones del gobierno en los cuatro últimos meses, llegaron a caer ayer hasta 36% de su valor.
El banco con sede en Nueva York cerró al cabo 22% abajo con un valor por acción inferior a los 2 dólares y el Bank of America de Charlotte (Carolina del Norte) se recuperó más y quedó con una pérdida diaria de 2,8%.
Otro papel muy castigado nuevamente en la víspera fue el de la automotriz General Motors.
En el resto del sector financiero, Wells Fargo llegó a perder 18% y J.P.Morgan Chase más de 6%, pero al final recortaron sus caídas.
"Los problemas que enfrenta el mercado no son inéditos: el miedo y la falta de confianza en el futuro de Estados Unidos", afirmó Al Goldman, del broker estadounidense Wachovia Securities.
La ola de temor entre inversores recorrió Asia (la bolsa de Tokio retrocedió 1,9% y la de Shanghai, 1,5%) y Europa (ver Pág. 37), afectó al petróleo y a otros commodities agropecuarios y metalíferos y sólo se movieron en alza algunos bonos públicos y el oro. Las plazas latinoamericanas también cerraron en baja.
La bolsa de San Pablo, la mayor de la región perdió 2,6%; la de Buenos Aires, 1,6%, y la de Santiago de Chile, 1,4%.
Los rumores de nacionalización bancaria en los Estados Unidos son parte de esta crisis. El gobierno anterior de George Bush ya debió intervenir parcialmente a varias entidades o ayudar con miles de millones de dólares a otros.
Ayer desde el Senado, Dodd dijo que la administración de Obama (el senador es demócrata, oficialista) no está de acuerdo con las nacionalizaciones pero que sería algo transitorio. "Me temo que tendremos que terminar haciéndolo", dijo.
El gobierno de Obama se resiste a tomar estas medidas, dijo por su parte el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, para calmar al mercado, "prefiere un sistema liderado por banca privada y ese es el camino correcto. Eso es lo que creemos y continuamos haciéndolo", expresó.
Desde el Bank of America, su jefe ejecutivo Kenneth Lewis dijo en una crítica declaración que "las especulaciones sobre nacionalización se basan en la falta de entendimiento de la posición financiera de nuestro banco así como una falta de apreciación sobre las adversas ramificaciones para nuestros clientes y la economía".
Agregó que su banco (que se quedó nada menos que con Merrill Lynch en esta crisis) "no necesita más asistencia del gobierno ni creo que la necesitará en el futuro".
Por su parte, Edwin Walczak, jefe de inversiones en los Estasdos Unidos del fondo Vontobel Holding de Suiza, aseguró: "Hay tanta incertidumbre y una no despreciable posibilidad de que venga lo peor, la nacionalización, que juntan mucha especulación y afecta al Citi y al Bank of America".
Aunque el salvataje estatal podría ser una protección efectiva para para clientes, los inversores y operadores del mercado prefieren que éste se autoregule sin intervención estatal (salvo para asumir pérdidas), aun cuando la debacle general parece no tener fondo y se extiende.